Visitar el Observatorio del Teide

Panorámica del Observatorio del Teide

El 25 de Mayo de 2017 pude cumplir una de esas cosas que siempre he tenido en la lista de deseos: visitar el Observatorio del Teide en Tenerife. Este año por fin, la casualidad me llevó hasta allí por primera vez, pero probablemente no será la única.

 

 
Las visitas al Observatorio del Teide las gestiona Volcano Teide Experience, una empresa canaria que lleva más de cincuenta años promoviendo un turismo divulgativo y respetuoso en el área del Parque Nacional del Teide, y lo hace de una manera amena y profesional convirtiendo la visita al observatorio en una actividad divertida y única. Qué más puede decir un amante de la astronomía: una experiencia emocionante.
 

Aquello que me llevó hasta allí fue la celebración del Travel Blogger Meeting, un encuentro anual de blogueros de España que este año se celebró en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Además de la astronomía, otra de mis aficiones junto a mi mujer es viajar siempre que podemos. Ella lleva el blog de viajes La Bitácora, donde escribe sobre nuestras aventuras por el mundo ilustrándolas con sus fotografías, y en el que por supuesto yo también colaboro.

Entre las actividades que las empresas de turismo tinerfeñas ofrecían a los participantes del encuentro se encontraba la Visita al Observatorio del Teide, aunque cabe decir que si no hubiese sido así hubiera ido yo por mi propia cuenta, de hecho visitar el observatorio era para mí lo más importante de este viaje a Tenerife.

El escudo del IAC preside el acceso al observatorio

El escudo del IAC preside el acceso al observatorio

Acceso al Observatorio del Teide

Lo primero que hay que decir es que para visitar el observatorio es imprescindible haber reservado plaza previamente a través de la página de Volcano Teide. Los horarios son distintos según el idioma de la visita.

La misma empresa ofrece transporte desde diferentes puntos de la isla, pero dentro de un paquete mayor que incluye una excursión por el Parque Nacional. Si lo que se desea es sólo contratar la visita guiada al observatorio, hay que llegar hasta allí con tus propios medios. Dicho sea de paso, es prácticamente imprescindible alquilar un coche para poder moverse entre los fantásticos rincones que ofrece Tenerife.

Se puede llegar a las instalaciones del Observatorio del Teide a través varias rutas: desde el sur de la isla a través de la carretera TF-21 pasando por Vilaflor, desde el norte se puede subir por la TF-24 (Carretera de la Esperanza) o también por la TF-21 desde La Orotava, esta última ruta es realmente espectacular y la recomiendo para subir con tiempo disfrutando del paisaje.
 

Presentación de la visita

Presentación de la visita

Sobre el Observatorio

En cualquier caso, hay que estar en la entrada al observatorio unos veinte minutos antes de la visita, donde hay varias plazas de aparcamiento junto al camino. El acceso estaba cerrado hasta la hora convenida, en la que bajó una empleada con un vehículo que abrió la puerta y nos invitó a subir tras ella con nuestro propio coche para llegar hasta el centro de visitantes.

En el grupo eramos una docena de personas, en cinco o seis coches, que habíamos coincidido cada uno por su cuenta. Gente maja, no se puede esperar otra cosa de amantes de la astronomía. Tras una visita al baño nos agrupó un astrónomo en la explanada para darnos una pequeña charla de introducción. Como curiosidad, sobre el suelo hay un dibujo a escala de la silueta del multi-espejo de 10,4 metros de diámetro del telecopio GTC en La Palma (a fecha que escribo esto, todavía el mayor telescopio del mundo, y español).

El complejo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), tanto el Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma como este Observatorio del Teide en Tenerife, está emplazado en uno de los tres mejores lugares del mundo para la observación astronómica (los otros dos son el desierto de Atacama en Chile y el monte Mauna Kea de Hawái).

Aparte de la altura, que permite estar por encima de las capas más densas de la atmósfera, las corrientes de aire del océano Atlántico llegan laminadas y muy estables hasta las islas Canarias, dotando a su atmósfera de muy poca turbulencia. Por otra parte, las capas nubosas viajan a baja altura sobre el océano y quedan casi siempre por debajo de las Cañadas del Teide formando el conocido «mar de nubes», quedando el cielo transparente por encima. Aproximadamente tenemos unas 300 noches al año despejadas, el sueño de cualquier aficionado a la astronomía…

En 1964 se instaló el primer telescopio en el Observatorio del Teide, y desde entonces no han parado de crecer las instalaciones añadiéndose nuevos telescopios de diferentes organismos y países del mundo. Es interesante saber que a cambio de poder instalar un telescopio en Canarias, los astrónomos españoles tienen derecho a utilizar el 20% de su tiempo de observación.

Uno de los últimos equipos puestos en marcha se corresponde con el Experimento QUIJOTE liderado por el IAC: dos telescopios de 2,5 metros para el estudio del fondo de microondas, relacionado con el nacimiento del Universo tras el «Big Bang».

El doble telescopio QUIJOTE para el estudio del Big Bang

A la izquierda el telescopio Carlos Sánchez, a la derecha el doble telescopio QUIJOTE para el estudio del Big Bang

Telescopios solares

En el Observatorio del Teide hay telescopios nocturnos y telescopios solares, pero destacan estos últimos en forma de torres blancas que se elevan en el cielo. Esta característica se debe a que colocando el telescopio a cierta altura se evita la turbulencia que se genera cerca del suelo durante el día debido al calentamiento del sol. Mientras caminábamos por los senderos de grava entre el conjunto de observatorios solares más importante del mundo, nos mostraron por fuera el telescopio solar más grande del mundo: el GREGOR, que con un espejo de 1,5 metros de diámetro es capaz de resolver detalles de sólo 70 Km. sobre la superficie del Sol. También se encuentran otros telescopios solares de envergadura, como el THEMIS de 90 cm. y el VTT de 70 cm., que pueden verse a corta distancia.

Telescopios solares. A la izquierda el GREGOR y a la derecha el VTT

Telescopios solares. A la izquierda el GREGOR y a la derecha el VTT

Observación del Sol

Las torres de telescopios solares no son visitables, pero para compensarlo Volcano Teide incluye en la visita una experiencia única para los neófitos en la astronomía: observar el Sol con tus propios ojos a través de dos pequeños telescopios solares que se instalan sobre un par de columnas situadas en el recorrido. En uno de ellos se puede observar la superficie del Sol en luz visible, de modo que es posible ver la presencia de manchas solares (si las hay en ese momento) con sus características y otros detalles asociados a la actividad solar. Con el otro telescopio equipado con un filtro H-alpha se puede contemplar una de las características más espectaculares del Sol: las protuberancias solares que en forma de llamaradas y arcos se proyectan desde la cromosfera solar.

Nunca está de más advertir que para observar el Sol es imprescindible hacerlo bajo la supervisión de un experto y usando los equipos y filtros adecuados, como es el caso de esta visita. Si no es así, nunca intentéis hacerlo por vuestra cuenta, el calor generado por el Sol concentrado en un telescopio puede dañar de manera irreversible la vista.

Telescopios nocturnos

Aunque los grandes telescopios nocturnos se encuentran en el Observatorio del Roque de los Muchachos de la isla de La Palma (por estar menos afectado por la contaminación lumínica), en el Observatorio del Teide de la isla de Tenerife hay también importantes telescopios dedicados a observar por las noches, siendo el mayor el Carlos Sanchez con un espejo de 155 cm. dedicado a la observación en infrarrojos. También destacan el OGS de la Agencia Espacial Europea, que con 100 cm. de diámetro se dedica entre otras cosas al rastreo de la famosa «basura espacial», el IAC-80 de 80 cm., el doble espectrógrafo STELLA de 120 cm., otros telescopios en funcionamiento de menor tamaño, y varios más diferentes fases de construcción.

OGS Estación Óptica Terrestre

Frente al OGS (Estación Óptica Terrestre)

Visita al Telescopio IAC-80

Uno de los momentos estelares del recorrido es la visita al interior de la cúpula del Telescopio IAC-80, una vez dentro el grupo se pone alrededor del telescopio mientras el guía nos explica cómo funciona su imponente maquinaria, cómo se construye el pesado bloque del espejo y cómo se hace su mantenimiento, cómo funciona la cámara astronómica extremadamente sensible y que está adosada a la parte inferior del telescopio, cómo trabajan los astrónomos, y muchos más detalles interesantes.

Bajo la cúpula del telescopio IAC-80

Bajo la cúpula del telescopio IAC-80

Centro de Visitantes

Llama la atención el Centro de Visitantes, que se trata de una cúpula de telescopio transformada en una sala de audiovisuales con aforo para unas cuarenta personas. Una vez acomodados en su interior pudimos disfrutar de una proyección de espectaculares imágenes y time-lapses. Después el astrónomo guía nos explicó algunas de las técnicas utilizadas para diferentes campos de investigación, como la detección de planetas extra-solares, o la observación de objetos ocultos por el material interestelar por medio de infrarrojos, incluyendo un experimento en vivo de esta técnica que hará las delicias de los visitantes más menudos. Los niños disfrutarán especialmente de la visita.

Durante el resto del recorrido podemos contemplar también otras instalaciones como la residencia, dividida en dos zonas para astrónomos diurnos y nocturnos (evidentemente con ritmos de vida completamente opuestos), diversa instrumentación meteorológica, también una representación a escala del Sistema Solar que nos ayuda a comprender las enormes distancias entre los diferentes planetas, todo muy bien explicado por los guías de una manera amena y comprensible.

Telescopios robóticos. A la derecha la residencia

Telescopios robóticos, a la derecha la residencia, y de fondo el «mar de nubes»

En resumen, la visita al Observatorio del Teide tiene una duración de una hora y media, que se pasará volando, en la que haremos un recorrido por un paisaje espectacular rodeado de grandes telescopios mientras aprendemos un poco de ciencia, la importancia de la astronomía y su aplicación en el conocimiento del universo del que formamos parte, el desarrollo de tecnologías que terminan aplicándose en nuestra vida cotidiana, y por qué no, también disfrutando de una actividad distinta y divertida tanto para mayores como para niños.

No olvidéis llevar protección solar, agua, gorra o sombrero, calzado cómodo, algo de ropa de abrigo, y una mente abierta…

Para ampliar la información y hacer las reservas, a través de la página de Volcano Teide.

Bajo la cúpula del telescopio IAC-80

Bajo la cúpula del telescopio IAC-80

1 comentario

    • Xabier Arcelus el miércoles, 2 agosto 2017 a las 20:53

    Muchas gracias por tan detallada información ! Si la visita parece muy interesante incluso para un «neófito» de la Astronomía, ni me puedo imaginar cómo será para un destacado astrónomo como tú ! Enhorabuena y un saludo desde Donostia-San Sebastián.

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