Amanecer lácteo sobre el tilo

Pequeño timelapse de la Vía Láctea levantándose sobre un frondoso tilo.

En la anterior salida, mientras tomaba las imágenes de M100, estuve haciendo otra prueba de timelapse. Tiene algún defecto por no haber estado controlando bien las tomas, y algunas luces de lightpainters sueltos por el monte, pero fue bien para probar.

El objeto más brillante es el planeta Júpiter. He resuelto el campo en la imagen adjunta, la Vía Láctea baja desde La Flecha, Águila, el Escudo y hasta Sagitario. Se ven varios cúmulos y nebulosas, la más evidente es la Laguna (M 8) entre Júpiter y la cabeza de Sagitario.

 

Objeto/Fecha

Vía Láctea @ 5-Mayo-2019 01:12 a 03:42 TU

Datos captura

Objetivo Samyang 16 mm. f/2.0.
Cámara Canon EOS 100D.
Trípode fijo e Intervalómetro.
Exposición 2.1 hr. (297×25 seg. a ISO 1600)
Desde Hoya Redonda, Valencia (España).
Revelado con Lightroom y montado con Premiere Elements.

Créditos

José J. Chambó (www.cometografia.es)

 


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Apaga las luces y disfruta de una proyección de mis mejores imágenes a pantalla completa: cometas, eclipses, nebulosas, etc….

 

5 comentarios

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    • Aqui el viernes, 24 mayo 2019 a las 21:28

    No hay nada más hermoso que poder ver el cielo cada noche, genial timelapse compis de cometografia 😉

      • d:D´ el sábado, 25 mayo 2019 a las 8:58

      Una afirmación clara, rotunda y acertada; por supuesto…Pero incompleta a falta de mínimo matiz que la encierre.
      Añado algo más a su posible y aforística frase.
      Expongo:

      «*Nada hay más hermoso que contemplar a ser posible el cielo cada noche acompañado»

      [*Así, sin comas para abarcar todas las posibilidades de interpretación dialéctica
      Por lo que si desea, explico el porqué, más adelante]

      Salud y Libertad :)´

    1. Gracias 🙂

    • b:Deíca-r...d:D´ el lunes, 20 mayo 2019 a las 9:25

    Qué bonito, Pepe, y, además, muy interesante. Con ese destello de luz pintada que recibe la copa del árbol y el paso fugaz del bólido, avión o cómo sea. En fin, que la música acompaña barbaridad para un instante reducido a segundos en los que, seguramente, invertiste decenas de teselas en cadencia durante toda una noche…Aunque, lo mejor, es que cuando se realizan este tipo de actividades, esperando encontrar sucesos y singularidades celestes y nocturnas, es estar acompañados…De otra forma, la noche da sueño, se vuelve tediosa y uno, a veces, se pregunta el qué, el porqué y el cuándo. Y aunque no se pongan en evidencia en dónde y hacia qué o para qué; las noches frías per se dejan en los demás la duda de nuestra actividad desinteresada.

    Bueno, diría tu actividad desinteresada para poner al alcance, dentro de la asociación astronómica que te motiva, de muchos que lo importante no es el fin, ni el origen; lo importante es el presente genuino motivado por la belleza en sí y descubrir que más allá, del infinito, no sólo el infinito, se encuentran otros horizontes sumamente infinitos a los que yo determino como Inobservables, toda vez que entre tanta observación se descubre y se pone de manifiesto las/la imposibilidades de Inexistencias ^Creduladoras cómo decían sociedades del bronce que ha idiotizado a media humanidad.

    Los heraldos de los pluriversos —esos que llevan colas casaderas— muestran, a tú través esforzado, cuánto qué ver, cuánto qué aprender.

    Los “*timelapse” —o vídeos cadenciales— a mí me recuerdan a esas argucias y artimañas que —pero en el mejor sentido— muchos fotógrafos naturalistas instalaban e instalan doquier les parece con pequeños sensores para el paso de animales o consecuencias que en determinadas circunstancias sucederán. Por nombrar alguna anécdota negativa al respecto —seguramente aún lo recuerdas— la de aquel fotógrafo de naturaleza que tanto admirábamos y que se descubrió que su lobo saltando estaba entrenado y que todo era un montaje. Después de eso se perdió toda credibilidad y hasta qué punto la falta de honestidad condujo a los desfacedores de entuertos a indagar quién y cuándo.

    No es el caso, ni de tus tomas, ni de tu vídeo secuencial, ni parecido alguno. Sólo me remitía a la anécdota como hecho comparativo con los instrumentos. Pues, qué mejor forma de cazar sucesos y singularidades en el cielo que no podemos programar, ni sobre las que, tampoco, podemos influir. Eso es lo bueno.

    Si para sucesos de naturaleza, o no —especialmente nocturnas— se emplean sensores de movimiento; nada como que ese movimiento sensible esté sucediendo, y sea imparable, en tanto en cuanto, tú lo relatas y memorizas segundo a segundo en noches extremas, o cálidas con al charla de los sonidos que duermen arropados por las hojas de las frondosas; o entre los ronquidos de rumiantes a los que, muchas veces, eh, los técnicos de sonido han grabado para añadir a sus películas como efectos especiales de seres, en toda una imaginería costumbrista e imaginables que nos acompaña sentados en las butacas de los cines de gran pantalla.

    Así son los *timelapse una circunstancia, sujeta a eventos fuera del alcance del astrofotógrafo y que lo hace fiable. Pero hay que armarse de paciencia, mucha.

    Breves, sí; pero fabuloso doblemente…

    Salud, Libertad, Pepe, y cielos descontaminados…algún día ´

    Nota: ^inexistencias Creduladoras, es sinónimo acuñado por quien suscribe como el más próximo eufemismo de la dialéctica para definir a cierto y tergiversado concepto —la famosa inteligencia creadora— que, aprovechándose de los avances científicos, sus *alcohólitos secuaces han ido variando e incorporando a sus lenguajes y discursos y así alejar sus engendro mental y de fantasía un poco más allá según los convenga. Toda vez que, cuanto más allá, incluso antes de la Gran Explosión, esté siempre su/la mano…que mece la cuna.
    Y eso es, desgraciadamente, imparable; pues, aunque llegue a ser un mito, otros habrán generado o engendrado, en su interés/ignorante, una nueva. Pues mientras hállese alguien, mitrado, hablando de ello no se logrará el mito y por lo tanto la semilla enferma de la esquizofrenia colectiva anide en la defensa de falacias por cantidad vetusta y no por calidad. Ay, hay qué joderse.
    Es lo que nos ha tocado.

    Aunque, los joda, la verdad está en la ciencia; pues carece de idolatrías Desgraciadamente la realidad —del día a día— es otra

    Mientras tanto seguiremos disfrutando, como tú, al contemplar las noches como descubridoras incansables de las verdades que el día esconde, sin verdades polarizadas ni monopolizadas

    1. Extensa e inconfundible disección.
      Puede que haya más pero no menos de lo que se ve, es como prefiero trasladar mis fotografías al espectador.
      Efectivamente de la credulidad nunca nos libraremos, es un camino fácil para evitar enfrentarse al precipicio existencial.

      Salud y Libertad, no hay mejores deseos.

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